martes, 5 de agosto de 2008

Un poco de literatura rusa...


Al igual que muchos compañeros bloggeros, la literatura rusa me fascina. Era pequeño (relativamente) cuando leí "Humillados y ofendidos" y ya entonces me gustó. A partir de ese momento inicié un viaje a través de los grandes autores que Rusia ha dado al mundo para goce de lectores ávidos (como yo) de buenas historias con transfondo psicológico y social.

Nikolai Gogol es, con su obra "Almas muertas", al lado de Dostoievsky, el escritor ruso que más hondo ha conseguido calar en mí.

"Almas muertas", creada entre 1826 y 1842 principalmente en Roma, donde Gogol pasó ese tiempo, es la obra considerada como su mejor trabajo y una de las mayores novelas de la literatura universal. En su estructura, "Almas muertas" es semejante al Don Quijote de Cervantes. Sin embargo, su extraordinaria vena humorística se deriva de una concepción única, extremadamente sardónica: el consejero colegial Pável Ivanovich Chichikov, un aventurero ambicioso, astuto y falto de escrúpulos, va de un lugar a otro comprando, robando y estafando para conseguir los títulos de propiedad de los sirvientes que aparecen en los censos anteriores pero que han muerto recientemente, por lo cual se les llamaba 'almas muertas'. Con estas 'propiedades' como aval, planea conseguir un crédito para comprar una propiedad con 'almas vivas'.

Los viajes de Chichikov ofrecen una ocasión perfecta al autor para llevar a cabo profundas reflexiones sobre la degradante y sofocante influencia de la servidumbre, tanto para el siervo como para el amo. En esta obra aparecen asimismo un gran número de personajes, brillantemente descritos, de la Rusia rural. Almas muertas fue un modelo para las generaciones posteriores de escritores rusos. Además, muchos de los ingeniosos proverbios que aparecen a lo largo de la narración, han entrado a formar parte del refranero ruso. En el momento de su publicación, Almas muertas estaba llamada a constituir la primera parte de una obra más amplia; Gógol comenzó a escribir la continuación pero, en un ataque de melancolía debido a una crisis religiosa, quemó el manuscrito.

Todos estos personajes llega a retratar Gogol con suma precisión y con una descripción tan aguda y llena de expresividad que asistimos en si a un cuadro preciso de caracteres construidos no a base de personas reales sino de la mente del autor que nos ayuda a mostrar su propia visión de la realidad que lo pone como a contribuidor al desarrollo del pensamiento . Ante todo Gogol pone como misión del escritor el servicio al desarrollo humano y pretende en esta novela, más allá de un tono moralizante que pretende ayudar a mejorar la situación de su Rusia natal, concluye que la misma redención de la colectividad rusa es llevada a cabo por el camino del cristianismo y la preservación de la identidad del pueblo ruso. Pese a que no es un crítico radical de las instituciones sociales de su país Gogol desnuda con su implacable sátira la triste y deplorable condición que se cierne sobre la Rusia zarista y predice el desmoronamiento total del sistema tras su irremediable descenso.

Es en algún modo una lástima que haya quedado inconclusa esta obra maestra; aquí sin embargo es necesario decir de ese cambio de estilo en la segunda parte que demuestra ante todo el tono redentor del autor. Gogol tenía la intención de que la obra constaría de tres partes que sería cada una el equivalente de las tres partes de la divina comedia: Infierno, Purgatorio y paraíso. La segunda Parte contiene personajes menos banales y que muestran algunas honrosas cualidades, pero en cambio el sentido del humor aparece menos y los caracteres no alcanzar a ser tan luminosos como los de la primera parte aunque destaquen el gentil y ansioso de la comida Pteukh y la virtuosidad de Murazov, personaje que representa el espíritu cristiano universal y ese anhelo moral que Gogol considera lo imprescindible para la elevación moral del ser humano.

No obstante el enfrentamiento que sostuvo dentro de su mente su intención artística y su creencia en la fe ortodoxa cristiana le produjeron una crisis emocional que hizo que lanzara al fuego la segunda parte. En parte esto se debía a su espíritu romántico que empecinado en la esmerada descripción y el gran uso de la imaginación

La genialidad de Gogol se encuentra en que fue el iniciador de toda una corriente literaria de su país que logro alcanzar con Dostoievsky y Tolstoi las cumbres de lo universal e influir en el desarrollo de la literatura moderna.

La novela no se descubre en unas pocas líneas, como sucede tan a menudo en algunas otras obras mediocres, nacidas para mostrar una tesis pre-formulada, sino que supera su concepto original para convertirse, como "La Divina Comedia" en un viaje iniciático en el que un Virgilio, invisible, nos guiará por esa selva oscura en la que será nuestra más bella mentira y la peor forma de locura: la realidad.

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